martes, 8 de noviembre de 2011

Mujer consagrada a Dios

Si deseas ser una mujer consagrada a Dios, debes tener en cuenta lo siguiente:

Se necesita amar a Dios sobre todas las cosas.


Ser mujeres de oración


Ser alegres, muy alegres!!!! nada de tristeza



Ser trabajadoras



Amor por los más pobres y necesitados


Ser humildes y sencillas de Corazón


La vida en el convento nos invita a darlo todo por el Señor y nuestro prójimo sin esperar recompensa alguna, es un servicio desinteresado y libre, donde no se busca fama, ni prestigio, ni poder, sólo servir y amar. Ser mujeres valientes, decididas, arriesgadas, libres de sí mismas, radicales y dispuestas a hacer la Voluntad de Dios, viviendo los consejos Evangélicos de castidad, pobreza y obediencia.
Si sientes que Dios en tu corazón pone la inquietud por la vida consagrada, no dudes en responder a su llamado, no esperes más, que el tiempo pasa y la gracia también. 

Cualquier pregunta con gusto te responderemos.

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