viernes, 20 de abril de 2012

Elección Divina

Cristo cuando nos llama, lo hace por nuestro nombre "Yo te he llamado por tu nombre" (Is. 43,1), no como a alguien desconocido, sino como a quien conoce desde siempre. Tampoco nos llama por nuestros méritos, sino por simple predilección divina "Llamó a los que Él quiso" (Mc. 3, 13); Él nos ha elegido "No me habéis elegido vosotros a mi, sino que yo os elegí a vosotros" (Jn. 15, 16). Desde el comienzo del mundo ya nos tenía presente en su mente "Nos eligió antes de la Creación del mundo" (Ef. 1, 4), y nos llamó para una gran obra, la cual supera toda expectación humana "Nos llamó con vacación santa, no en virtud de nuestras obras, sino en virtud de su designio" (2Tim. 1, 9). Si Dios te está llamando no lo tomes como un juego, es un llamado divino, no te hagas el sordo o sorda, no seas indiferente ante su llamado. Su amor vale más que todos los tesoros de la tierra.